viernes, 2 de marzo de 2018

Ascensión al Cerrón (Sierra Norte. Madrid)

Datos de la ruta:

  • Desnivel: 1.000 m (aprox.)
  • Distancia:16 km (aprox.) 
  • Actividad: senderismo/montaña
  • Dificultad: ruta sencilla hasta la cumbre del Cerrón. Primera parte por buenas pistas, la segunda seguimos hitos ya que la nieve impide ver los caminos, aunque hay pisadas.

Descripción

Iniciamos este recorrido junto al Área Recreativa Hayedo de Montijo. Allí en el límite entre las provincias de Madrid y Guadalajara, en la Sierra Norte. El día es algo frío, pero el bueno tiempo anima a buscar las cimas y aprovechar para pisar algo de nieve.

Iniciamos la ascensión por una pista ancha y muy marcada, coincidiendo un corto tramo con el GR-88 (Senderos del Jarama). A los pocos cientos de metros, la pista se bifurca y nosotros optamos por la que asciende de manera más brusca siguiendo el Camino Ermito. A los pocos metros una nueva bifurcación nos separa del anterior camino para seguir el Camino Nuevo.

La pista pierde algo de definición, se percibe que no está tan pisada. Aún así, no hay pérdida posible y la ascensión es cómoda, muy cómoda.

Camino Nuevo
Camino Nuevo

El día es magnífico, claro y luminoso. Los robles desnudos indican que aún estamos en los meses crudos del invierno. Huele a invierno, a frío y a nieve. Al fondo se imponen las cumbres canosas, hacia donde nos dirigimos.

Las últimas precipitaciones han dotados de música a los arroyos que desciende briosos desde las alturas. A su alrededor el hielo delata los rigores invernales de las horas nocturnas. Al atravesar el arroyo Ravinate, una buena placa de hielo nos recibe a la sombra de la ladera.

Arroyo Ravinate
Arroyo Ravinate

El sol nos templa a ratos y el aire nos congela en otros tramos. En la ladera de la montaña se distingue un rebaños de motitas blancas, hasta nosotros llega el sonido de los cencerros. No hemos visto a nadie hasta aquí y no parece que estas pistas hayan tenido muchas visitas hoy. Cosa sorprendente si pensamos en cómo se colapsa la sierra de Madrid en los días de sol.

La pista se empina y ganamos altura rápidamente. Ampliamos horizontes. La pista nos deja en un terreno despejado, una pequeña pradera colgada a 1600 metros de altitud. Desde aquí las cumbres se muestran cercanas.

Pradera a 1600 m
Pradera a 1600 m
Aquí nos encontramos con los primeros retales de la nieve que resiste a la templanza de los rayos solares.

A partir de este punto la pista se transforma en una senda que asciende de manera decidida. siguiendo una pequeña cuerda. Nuestro camino se abre camino entre robles y pinos, y dejamos las pisadas impresas en la nieve, sobre otras huellas que nos precedieron días antes.

Robles y pinos en el ascenso
Robles y pinos en el ascenso

Nuestro ascenso prosigue hasta alcanzar la cuerda que nos une con el Santuy (1927 m) y el collado de la Calahorra (1849 m).

Cerca de la cuerda del Santuy
Cerca de la cuerda del Santuy

Avanzamos un poco por la cuerda hasta unirnos con la pista que asciende, por la otra vertiente, desde el pueblo de El Cardoso. De nuevo, nos unimos al discurrir de una pista ancha. La nieve gana terreno a medida que ganamos metros.

Bordeamos la primera elevación, en este tramos la nieve cubre la totalidad de la pista creando una plataforma de blanco inmaculado. La nieve está blanda y se avanza bien, aunque más lento.

Pista al collado de Ortigosa
Pista al collado de Ortigosa

En pocos metros alcanzamos el collado de Ortigosa (1.991 m) donde el trazado de la pista se pierde por completo bajo la capa de nieve.

Nos desviamos para seguir el trazado de unas huellas que ascienden directamente por la ladera del Cerrón. La nieve aquí está más dura y, en algunos tramos, algo helada. Aunque no existe peligro, decidimos sacar los crampones para progresar más rápidos y seguros.

Rampas de nieve
Rampas de nieve

En pocos minutos alcanzamos la cuerda de el Cerrón. Desde aquí la vistas son magníficas sobre el Tres Provincias.

Cuerda del Cerrón
Cuerda del Cerrón

En pocos metros alcanzamos la cumbre achatada del Cerrón (2.197 m). Disfrutamos de las vistas: frente a nosotros la cuerda que une el Pico del Lobo y el Cervunal, cargados de nieve. Unas vistas hermosas y de una blancura cegadora.

Cumbre del Cerrón (2.197 m)
Cumbre del Cerrón (2.197 m)

Ahora solo nos queda bajar. Valoramos la opción de realizar una ruta circular, pero se nos ha hecho tarde (para variar hemos empezado a subir muy tarde) y no vemos camino pisado, así que decidimos deshacer el camino que hemos realizado de subida.

Iniciamos el descenso por las mismas rampas que hemos ascendido, con los crampones progresamos muy deprisa. Disfrutamos de la nieve, que hacía tiempo que no pisábamos.

Descenso desde el Cerrón
Descenso desde el Cerrón

La nieve, abundante en las alturas, empieza a escasear a partir del collado de Ortigosa. Pierde continuidad y pasan a ser parches sobre el paisaje plagado de piornos. Un última mirada hacia las alturas nos regala una hermosa imagen de la cumbre que hoy nos han regalado estas montañas.

Última mirada al Cerrón
Última mirada al Cerrón
A partir de aquí solo nos queda descender por las mismas pistas que hemos utilizado para arañar metros a las alturas. Aunque ahora el descenso nos parece más monótono.

Llegamos al punto de partida con las sombras alargadas y el sol dirigiéndose hacia el ocaso. Un día inolvidable de repirar invierno y disfrutar de los caminos solitarios de madrid, un privilegio cada vez más raro.

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RECORRIDO:

No hemos grabado la ruta decidimos salir con el mapa como única ayuda. De todas formas en wikiloc hay numerosos track que siguen este recorrido.


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INFORMACIÓN PRÁCTICA:
  • Mapa Sierra de Ayllón y Ocejón. Escala 1: 50.000. La Tienda Verde.  


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