sábado, 27 de junio de 2015

Travesía de los altos Tatras (Polonia-Eslovaquia)

Hace unos años estuvimos realizando esta preciosa travesía por una cadena montañosa poco conocida, pero que bien merece una detenida y pausada visita para disfrutar de este maravilloso lugar.

Esta travesía consta de unos 84 kilómetros y 5 etapas, en nuestro caso tuvimos que renucniar a la última etapa debido a una increíble tormenta que nos sorprendió en el refugio de Popradské Pleso, donde fue imposible que nos dejaran un hueco para dormir, ante esta perspectiva intentamos seguir al siguiente refugio pero los fuertes truenos y la espesa lluvia nos hizo desistir, son los inconvenientes de no llevar material para dormir y depender de tener alojamiento, que a veces no tienes hueco, y menos en estos refugios que más que refugios son hotelitos de montaña. A pesar de todo, la ruta resultó espectacular.

El único problema que tiene la ruta es que es lineal, dejamos el coche en el punto de inicio y luego volvimos a este punto en autobús.

Etapa 1: Zdiar (hotel Magura)-Refugio Selené Pleso (13 km-1100 m)

Iniciamos la travesía desde el hotel Magura, próximo a la población de Zdiar (Eslovaquia), por el itinerario del valle de Monkova, a cuya entrada hay que pagar una pequeña cantidad. Los primeros kilómetros recorren de forma cómoda un frondoso bosque por una pista amplia.

Inicio de la ruta

En poco tiempo nos enfrentamos a los primeros tramos y rápidamente la pista se convertirá en sendero al llegar a zonas algo más abruptas y de mayor pendiente.


La frondosidad de la vegetación hace que en algunos puntos la senda quede prácticamente tapada, aunque está lo suficientemente pisada como para que no tenga pérdida, dando paso a amplios prados, llenos de coloridas flores.



La senda nos lleva directos hacia un marcado collado rodeado de montañas, el collado de Siroké (1825 m), desde donde se puede disfrutar de espectaculares vistas, a nosotros nos limitó un poco las nubes que no terminaban de levantar, aún así la belleza del lugar es clara.


Collado de Siroké (1825 m)

Pero la ascensión aún no ha terminado, así que después de un breve descanso seguimos nuestro camino ascendente, que nos llevará hasta una altitud próxima a los 2000 m. A partir de este punto sí que iniciamos la deseada bajada, incluso tendremos algún camino empedrado. 

Descenso

Rodeados de altos picos, casi todos ellos por encima de los dosmil metros de altitud, la senda nos llevará al lago de Vel'ké Biele, punto de cruce de varias rutas, siguiendo la ruta roja llegaremos al destino de este primer día, el refugio de Zelené Pleso, situado al lado de un precioso lago en el fondo de un impresionante circo, el circo de Zmrzlá.

Circo de Zmrzlá

Etapa 2:  Refugio Selené Pleso-Refugio Zbojnícka (15 km-1200 m)
 
Nada más iniciar la jornada tendremos que salvar un fuerte desnivel para porder pasar un murallón rocoso, siguiendo un itinerario marcado, hasta legar a una zona estrecha equipado con cadenas para facilitar el paso.


Hacia el collado de Svist'ovkou

 Des del collado de Svist'ovkou se tienen unas vistas espectaculares de las montañas que nos rodean, especialmente el pico Kezmarsky (2556 m).

Collado de Svist'ovkou

Tras este primer esfuerzo el descenso se realiza por grandes bloques de granito, que forman casi una calzada, y que nos hace sentirnos pequeños rodeados por este mundo de piedra.

Descenso

En este punto llegamos a una de las zonas más humanizadas, y, por ello, quizá más feas del recorrido, aunque si uno mira hacia las alturas y se olvida del teleférico y la estación de esquí, puede darse cuenta de lo hermoso de debió ser este rincón de la montaña.

Pico Lomnicky (2.634 m)

Desde este punto seguimos la senda marcada, siguiendo un recorrido menos alpino y bastante cómodo en dirección sur, con vistas más amplias hacia el valle que dejamos a nuestra izquierda, al alcanzar el paso de Lomnická Vyhliadka (1.530 m) tendremos una maravillosas vistas de los valles glaciares que nos rodean. 

Amplios valles glaciares

 Un camino empedrado nos lleva hasta el refugio de Zamkovského, entre bosques de coníferas. 


Y rodeados de impresionantes paredes, donde hay cientos de posibilidades para realizar ascensiones y escaladas, para aquellos que quieran pasar más tiempo disfrutando de este entorno. 


Seguiremos el camino empedrado hasta el punto de paso del río Studeny, por donde podemos salvar una especatacular cascada. 

Río Studeny

En este punto abandonamos las marcas rojas para tomar otro sendero que nos adentra en el valle, incialmente rodeados de un denso bosque iremos ganando altura hasta salir del bosque y poder asombrarnos con las escarpadas paredes que nos rodean.


En las zonas más elevadas no encontraremos en varios puntos con cadenas que nos ayudan a salvar los puntos más complicados, aunque no tienen una gran dificultad técnica, y especialmente a sobrellevar el peso de las mochilas. La dificultad se ve compensada por unas preciosas imágenes que nos muetran una zona de alta montaña, a pesar de que la niebla no se decidía a abandonar las alturas.

Después de un día duro llegamos al refugio de Zbojnícka (1.960 m), donde podremos descansar y tomar fuerzas para la tercer jornada.

Etapa 3:  Refugio Zbojnícka-Refugio Popradské Pleso (18 km-1150 m)

En los primeros compases de esta etapa tendremos que terminar de ascender el valle del día anterior, siguiendo las mismas marcas, rodeados por impresionantes montañas y con nubes que se niegan a abandonarnos, dando un aspecto casi fantasmal a las rocas.




En esta etapa pasaremos por uno de los puntos más espectaculares de esta travesía al llegar al collado de Prielom (2290 m), un estrecho paso encajado entre montañas.

Collado de Prielom

Se trata de un punto algo delicado, ya que el descenso es bastante vertical, donde se han instalado unas cadenas para ayudar, pero le da un aire alpino muy interesante. El paso no es especialmente difícil, pero con el peso de la mochila y en caso de lluvia hay que extremar precauciones. 



Descenso del collado de Prielom

Tras este paso descendemos, ampliando las vistas de lo que hemos bajado y de las hermosas alturas que tenemos en nuestro entorno. Aún queda un collado por superar, el collado de Pol'sky Hreben (2200 m).

 Ascenso al collado de Pol'sky Hreben


Este collado nos da paso al valle de Velická a través de un nuevo tramo de cadenas, aunque no ofrece gran dificultad, para seguir por una calzada de grandes bloques que nos permite un cómodo descenso, con impresionantes vistas y altas cumbres a ambos lados.



A medida que descendemos la roca da paso a amplias y agradables praderas, con bonitos saltos de agua, que permiten algún descanso para reponer fuerzas y admirar lo que nos rodea. 


Llegaremos al gran refugio de Sliezsky Dom, en un lugar idílico. Pero nosotros no vamos a detenernos aquí, sino que proseguimos, retomando el camino marcado con señalización roja para llegar al lago de Batizovské, un sitio precioso, rodeado de altos picos.


Desde este punto nos queda un largo camino todavía, algo más sencillo, ya que durante un largo tramo seguiremos a media ladera, dejando las altas cumbres a nuestra izquierda y a nuestra derecha una impresionante vista de los valles que descienden hacia las zonas bajas.




Y como punto final sufriremos una larguísima y pronunciada bajada que nos llevará hasta el refugio de Popradské Pleso, una amplio refugio donde se puede disfrutar de casi todas las comodidades, tras un larguísimo y duro día.


Etapa 4:  Refugio Popradské Pleso-Pico Rysy-Refugio Przedni Staw Polski (15 km-1450 m)

Iniciamos la jornada recorriendo tupidos bosques de coníferas, una delicia, por camino no muy penidente, pero iniciando la subida, ya que hoy llegaremos al punto más alto de Polonia. A medida que ascendemos la vegetación va desapareciendo, para ser sustituida por la roca, que de nuevo, será la protagonista durante esta gran jornada.

Dejamos la vegetación a nuestros pies

En el momento en que nos desviamos del valle la ascensión se hace más dura, y el camino se vuelve más estrecho y sinuoso. Tras un primer duro ascenso llegamos al lago de Vel`ké, al que pronto dejaremos a nuestro pies, ya que nuestro ascenso sigue imparable, siguiendo las marcas rojas, y llegamos a los lagos de Zabie y a un pequeño tramo de cadenas que da paso al valle en el que se ubica el pequeño refugio Rysy.

 Tramo de cadenas

  Lago de Zabie
Refugio Rysy, en el ascenso al Rysy

 Pero todavía queda por llegar lo mejor, seguimos ascendiendo hasta el collado de Váha, desde donde tenemos unas impresionantes vistas de los Tatras, si es que las nubes lo permiten.


Collado Váha

Desde este punto nos quedan poco más de 200 metros para alcanzar el gran objetivo de la jornada: la cumbre del monte Rysy, que con sus 2499 m es el techo de Polonia. Antes pasaremos por el Rysy eslovaco que es un poco más alto, con 2503 m, pero las fronteras son así de caprichosas. 


Cumbre del Rysy

El Rysy, como es lógico, es un pico emblemático, así que a partir de este punto nos encontraremos con mayor número de personas. El descenso que nos queda por delante es bastante pronunciado, en algún tramo ayudado por cadenas, y hay que tener cuidado debido a la cantidad de gente que transita esta ruta con las piedras que podemos tirar y que nos pueden caer. 

Inicio del descenso

Se trata de un descenso vertiginoso, que con el peso de la mochila no está exento de exigencia, así que hay que tomárselo con calma y descansar. 


Durante la bajada se puede gozar de unas increíbles vistas de las magníficas cumbres que nos rodean, que dejan sin aliento. 




Llegamos a una pedrear más sencilla y que nos permite ralajar algo las piernas, con vistas magníficas, y donde podemos apreciar la altura que hemos descendido, aunque con las nubes que nos amenazan nos dejan ver poco. 


Desde esta pedrera todavía nos queda una importante bajada, cierto que algo más cómoda, ya que transcurre por sendero, pero se hace bastante larga. 



Final del descenso

Así llegamos dos inmensos lagos, el lago Staw y el Morski Oko, donde se sitúa el refugio del mismo nombre. 




Nuestra ruta debería haber continuado hasta el refugio de Przedni Staw Polski, pero se desencadenó una tormenta muy fuerte, intentamos pernoctar en el refugio de Morski Oko, pero no hubo manera de que nos hicieran un hueco, es el problema de que los refugios de montaña se hayan convertido en hoteles de montaña. Ante esta situación decidimos bajar por una pista amplia que nos llevó, empapados, hasta la carretera. Pudimos encontrar un autobús que nos acercó al punto de partida, dejándonos en la carretera principal, y luego terminar de hacer los kilómetros que nos faltaban hasta el coche. 

Fue una pena porque nos quedó por terminar esta cuarta jornada, y hacer una quinta que nos hubiera llevado hasta Zakopane, pero no siempre las cosas salen como están planeadas. Quizá haya una nueva oportunidad para acercarnos a este rincón de Europa tan espectacular.
 
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INFORMACIÓN ADICIONAL:
  • Altos Tatras. Sergi Lara García. Editorial Desnivel. 
  • Mapa: Tatry Wyokie. Escala 1:25000
  • Para actividades adicionales y cosas que ver en Europa nosotros utilizamos el Lonely Planet.